Cautivo en libertad

Quiero compartir esta maravillosa historia que nos muestra el poder que tienen nuestros pensamientos y sentimientos sobre nosotros. Lo que pensamos, en muchas ocasiones se vuelve recurrente e incluso obsesivo. En algunas ocasiones los vemos como pensamientos ilógicos, pesados, involuntarios como son ideas sobre el futuro, sobre lo que podemos hacer, etc. Resulta molesto pensar esas cosas desagradables de manera continua e incontrolable, pero resulta aun más peligroso si nos las creemos. Suele ocurrir que pensamos demasiado en hechos pasados; y el pasado nos hace prisioneros impidiendonos vivir el futuro. Es este el ejemplo que vemos en esta historia que nos hará crecer como personas: NUESTROS ENEMIGOS NO SON LOS QUE NOS ODIAN, SINO AQUELLOS A QUIENES ODIAMOS.

"Un ex-convicto de un campo de concentración nazi fue a visitar a un amigo que había compartido con él tan penosa experiencia y quienes habían podido sobrevivir a aquella horrible experiencia. El visitante le preguntó a su amigo:

- ¿Has olvidado ya a los nazis?

- Si -dijo este.

- Pues yo no. Aún sigo odiándolos con toda mi alma.

Su amigo, mirandolo con cariño, le dijo apaciblemente:

- Entonces, aún siguen teniéndote prisionero."



A veces nos encerramos tanto en emociones como el rencor, el odio, la tristeza o la añoranza del tiempo pasado que nos impide seguir caminando y nos hace prisioneros de ese recuerdo. Quitemonos esos grilletes y dejemos que nuestras emociones y nuestros pensamientos queden libres para sentir y experimentar el momento presente y disfrutar de la actual compañía, recordando el pasado sin sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Coméntanos qué te ha parecido!

Visitas