El acoso escolar (también conocido como matoneo escolar o por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. El tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-14 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar. Es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.

Por tanto el Bullying se diferencia de conducta agresiva porque debe ser una acción repetida que ocurre regularmente en el tiempo (Olweus, 1999), de manera intencional y normalmente incluye una posición desequilibrada de poder (Craig, 1998).
Existen varias formas de llevar a cabo el bullying:
- Físico directo incluye acciones como golpear, dar patadas, robar, obligar.
- Verbal como son los motes, burlas crueles, amenazas
- Relacional indirecto (social) como es la exclusión social, rumores, y retirada de amistades (Wolke, 2000).
Se ha visto que existe una correlación, o que se dan más unos tipos de acoso que otros según el genero de los acosadores. Es decir, si el acosador es chico, utilizará más una violencia fisica y verbal; pero si la acosadora es chica, estas suelen emplear una violencia relacional indirecta como la exclusion social, retirada de amistades, etc.

Pero para que se de bullying, deben estar presentes la víctima, el agresor (junto con los ayudantes y los animadores que no efectúan pero si dan apoyo y ayudan al agresor) y los ausentes, que son aquellos que están presentes en los momentos de abuso, pero que no hacen nada por evitar que se produzca el acosos. Estos últimos son de vital importancia para el mantenimiento de la situación pues los ayudantes y animadores dan confianza al acosador, pero los ausentes se lo quitan, sin intención a la victima, porque la hace sentirse aún más desprotegida. Pero también pueden hacer que esta situación pare, aunque para ello debemos hacernos con un elemento más, el defensor, que será aquel que dará porder y confianza a los ausentes para que intervengan en estas situaciones desaprobando el comportamiento del agresor, dando habilidades y fortalezas a la víctima y quitándosela a los ayudantes, animadores y por tanto al agresor.
Por tanto la mejor medida para evitar o parar estas situaciones es estar muy atento en las aulas, ya que los agresores son inteligentes y tienen unas habilidades para engañarnos y convencernos de que ellos no tienen culpa de nada que son asombrosas. Ayudando a los ausentes y dandole las fortalezas y la seguridad necesaria para actuar conseguiremos un ambiente y una convivencia en el aula muy buena.
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