Esta ansiedad que no me deja vivir...

¡¡Qué ansiedad tengo!! ¡¡Que no me deja vivir!!

Todos hemos escuchado alguna vez, e incluso hemos podido decir estas frases, pero realmente sabemos porqué las decimos, qué nos está pasando y qué podemos hacer para no sentirnos así.

Cuando decimos o escuchamos estas palabras es porque nuestro cuerpo está reaccionando de una forma inadecuada a ciertas circunstancias, que por lo general no son de la gravedad con la que nosotros las vivenciamos. 

La ansiedad es una respuesta emocional que tenemos de MIEDO ante algo que aún no esta presente. Digo miedo, porque la emoción es miedo; aunque no es un miedo "real" sin anticipatorio. Se da cuando anticipamos que algo malo puede ocurrir y comenzamos a preocuparnos por ello, sufriendo sin que aún haya ocurrido.

Con esta explicación, parece mostrarnos la cara mala de la ansiedad, que no tiene que ser una emoción negativa; por ejemplo, un estado de activacion o alerta producido por la ansiedad ante un examen va a hacer que te encuentres más preparado y con un nivel de conciencia mejor que si estuvieras excesivamente tranquilo. Es decir, la respuesta de ansiedsad no es mala, pues tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia, para preservar su integridad física ante amenazas. El ser humano ha tenido que poner en marcha respuestas eficaces y adaptativas durante millones de años como la reacción de lucha o huida.

Por tanto, como casi todo en esta vida, la ansiedad en pequeñas dosis, no es perjudicial. Pero cuando hablamos de ansiedad, no nos solemos referir a esta ansiedad óptima, sino a la desmesurada, que nos hace sentir una pérdida de control sobre nosotros mismos y nuestro cuerpo.

Existen factores que nos perjudican y nos llevan a producir estados ansiosos, como una sobrecarga de trabajo y responsabilidades, un problema al que no sabemos cómo ponerle solución, un malentendido familiar... pero sobre todo influye nuestra forma de pensar y cómo afrontamos esas situaciones.

La ansiedad no es más que vivir en el futuro, al igual que la depresión es vivir en el pasado. Una forma de protegerte ante ambas sitomatologías es vivir en el presente, buscando momentos de relax, procurando pensar en el "aquí y ahora" y dejando pasar los pensamientos que nos perjudican. Saber que la relajación y concentrarse en nuestro cuerpo ayuda muchísimo a dejar nuestra cabeza "quieta" y a no estar dandole vueltas y vueltas a los problemas. Salir a pasear y hacer cosas que nos han gustado siempre, pensando en disfrutar de esos breves momentos hacen que nuestra vida sea más satisfactoria. 


El truco está en esperar el futuro en el presente en lugar de ir a por el futuro. Es vivir el presente, disfrutarlo y sentirlo, porque el futuro viene solo..

Me quedo con esta frase, que alguna vez, en otras palabras, he escuchado en consulta. Piensa que si las cosas tienen solución, se solucionarán; y si no las tienen, por qué darles tantas vueltas a un problema sin solución.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Coméntanos qué te ha parecido!

Visitas