Depresión, para los 'amigos', La Depre

el nino que no sonrie
Una de las entradas primeras que escribí en este blog, es 'EL niño que no sonríe', haciendo referencia a la depresión infantil. La depresión en adultos difiere en cuanto a los síntomas, pues en niños, cursa con irritabilidad, mala adaptación, problemas de conducta... además de los prototípicos adultos como son, estado de ánimo triste, desgano, desmotivación... 

Hoy, día 6 de octubre, es el Día Europeo de la Depresión, y con motivo de este día, me gustaría explicaros cómo afecta la depresión a las personas, porqué dejan de hacer cosas que antes les gustaba hacer y porqué resukta tan complicado dejar de tener depresión.

La depresión es una enfermedad mental frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a unos 350  millones de personas. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio, que es la causa de aproximadamente 1 millón de muertes anuales.
Aunque hay tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90% en algunos países) no reciben esos tratamientos. Las razones son la falta de recursos y de personal sanitario capacitados, además de la estigmatización de los trastornos mentales y la evaluación clínica inexacta. Las personas con depresión no siempre se diagnostican correctamente, ni siquiera en algunos países de ingresos elevados, mientras que otras que en realidad no la padecen son diagnosticadas erróneamente y tratadas con antidepresivos.
Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves, pero no quiero pararme en aspectos diagnósticos; prefiero dar una imagen orientada a los factores de protección y estrategias y hábitos que nos puedan mantener mentalmente saludables.
La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. A su vez, la depresión puede generar más estrés y disfunción, y empeorar la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión. Hay relaciones entre la depresión y la salud física; así, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa.
A veces, en consulta, encuentro pacientes que me comentan que pese a estar depresivos, no tienen motivos para estarlo, entonces yo les explico, que no hace falta tener una mala situación laboral o familiar, una enfermedad grave o una causa que justifique su estado de ánimo. Eso les tranquiliza mucho porque realmente no hace falta tener un motivo para esa tristeza patológica que sentimos. El sufrimiento, segun la corriente cognitiva-conductual de Beck y Ellis, es producido por el pensamiento y las ideas que surgen en nuestra mente, para Beck, son Distorsiones Cognitivas, y para Ellis, Pensamientos Automáticos, que no son lo mismo, pero ambas explican la influencia que ejerce lo que pensamos sobre nosostros, nuestro entorno y los demás, en nuestro propio estado de ánimo, que nos genera como producto, ese estado de ánimo depresivo.
Está demostrado que los programas de prevención reducen la depresión. Entre las estrategias comunitarias eficaces para prevenirla se encuentran los programas escolares de prevención del maltrato infantil o los programas para mejorar las aptitudes cognitivas, sociales y de resolución de problemas de los niños y adolescentes.
Las intervenciones dirigidas a los padres de niños con problemas de conducta pueden reducir los síntomas depresivos de los padres y mejorar los resultados de sus hijos. Los programas de ejercicio para las personas mayores también son eficaces para prevenir la depresión.
Hay tratamientos eficaces para la depresión, trastorno que puede ser diagnosticado y tratado de forma fiable por profesionales sanitarios capacitados que trabajan en la atención primaria. Las opciones terapéuticas recomendadas para la depresión moderada a grave consisten en un apoyo psicosocial básico combinado con fármacos antidepresivos o psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia interpersonal o las técnicas para la resolución de problemas.
Los tratamientos psicosociales son eficaces y deberían ser los de primera elección en la depresión leve. Los tratamientos farmacológicos y psicológicos son eficaces en los casos de depresión moderada y grave.
Los antidepresivos pueden ser eficaces en la depresión moderada a grave, pero no son el tratamiento de elección en los casos leves, y no se deben utilizar para tratar la depresión en niños ni como tratamiento de primera línea en adolescentes, en los que hay que utilizarlos con cautela.

En ocasiones, la propia persona está tan desanimada, que pese a saber que siguiendo las pautas del terapeuta mejorará, no lo hace por su falta de interés en si misma o en su salud. Es por tanto que una buena relación terapéuta-paciente alcanza un amplio recorrido en el abordaje de esta enfermedad. Conseguir adherencia al tratamiento y la confianza del paciente es fundamental para su recuperación, además de una atención adecuada, ayuda psicosocial y medicación si fuera necesaria. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Coméntanos qué te ha parecido!

Visitas