Mi pequeño comienza a tartamudear ¿qué hago?

Hacia los 2 años nuestros hijos comienzan a producir sus primeras frases y tanto la forma como la pronunciación son ya más semejantes a la adulta de lo que eran antes. Es posible que entre el segundo y el tercer año, nuestro pequeño muestre signos de tartamudeo al hablar, pero se trata de una etapa más que por lo general, suele desaparecer a medida que el niño va adquiriendo mayor confianza y firmeza en lo que dice y en cómo lo hace. Por tanto, al ser una etapa "normal" de la evolución del lenguaje, no es necesaria la ayuda de un profesional. Los bloqueos en el habla o la repetición de sílabas o palabras que se producen en esta edad es lo que conocemos como tartamudez evolutiva.

Lo más común es que entre los 2 y los 5 años, los niños vayan aprendiendo a soltarse tanto en expresión como en fluidez, y es por ello, por lo que durante estos años los escuchemos trabarse, bloquearse, repetir sílabas, o desorganizar las palabras dentro de una frase haciendo que carezca de sentido en nuestro idioma. Es de vital importancia no hacer que el niño se sienta incómodo cuando comente estos pequeños fallos, pues puede agravar los errores además de crear inseguridad, vergüenza  o incluso mutismo (dejar de hablar).
Los estados emocionales alteran, por lo general, nuestra eficacia a la hora de realizar una tarea. Los estados emocionales negativos, como la tristeza, el miedo, la angustia, la vergüenza .. nos harán propensos a que nuestro desempeño sea peor de lo normal y a la inversa con los estados emocionales positivos. Si nos sentimos angustiados podemos desempeñar una tarea posiblemente peor de lo que habitualmente la hacemos. Igual ocurre si presionamos o hacemos evidente los errores de un pequeño, pues el hecho de corregirle constantemente o de resaltar sus fallos en publico puede hacer que a la hora de que se exprese, lo haga aún peor de lo que lo sabe hacer.

El tartamudeo evolutivo es más frecuente en niños que en niñas y se hace más evidente cuando están más nerviosos o cansados. En ocasiones también va asociado a otros síntomas de tensión como son los tics. El nerviosismo es una de las causas más frecuentes del tartamudeo, así que lo mejor que podemos hacer es no darle importancia y no poner al niño más nervioso corrigiéndole.

Si nuestro pequeño parece que comienza a tartamudear, se traba, se pone nervioso al hablar, se bloquea... podemos poner en marcha las siguientes actividades para mejorar su aprendizaje y no hacerle sentir mal: 

Cuando nuestro hijo habla:

  1. Tener paciencia.
  2. No corregirle cuando se equivoque.
  3. No ponernos nerviosos por la forma de hablar de nuestro hijo. Ellos lo perciben y se podrán más nerviosos, agravando el problema.
  4. Aceptar la forma que tiene de hablar.
  5. No darle mayor importancia de la que tiene, es una fase pasajera que acabará superando sin necesidad de ayuda.
  6. No sentirnos culpables, porque no es culpa de nadie, sino es un momento propio de aprendizaje.
  7. No interrumpirle cuando hable, ni acabar las frase por él.
  8. No mostrar desagrado cuando se atasque.

Otras actividades para mejorar su fluidez:
  1. Dedicar un tiempo para hablar con nuestro niño, conversar normalmente con él, explicarle cosas: cuentos, nuestro día a día, ... en definitiva, hablar.
  2. Hablar lento, sin prisas, somos su ejemplo a seguir. Si nosotros hablamos lento le ayudamos a mejorar su fluidez en el habla.Mirarle a los ojos cuando habla, incluso cuando está muy atascado.
  3. Leer con él, la lectura nos ayuda a tener temas de conversación.
  4. Utilizar un lenguaje sencillo.
  5. No permitas que ningún miembro de la familia se ría, porqué le haga gracia, de la forma de hablar de tu hijo. Explícales cómo tienen que actuar.   
  6. No darle recomendaciones del tipo "No te pongas nervioso", "Venga", "Respira", porque resulta contraproducente. 
Con un poco de paciencia, esta etapa termina pasando y si hacemos todo esto, no dejará secuelas negativas en nuestro hijo. Si esta etapa persiste en el tiempo y suponga una barrera en  la comunicación de nuestro hijo con los demás, será necesario acudir a un especialista en trastornos del habla.

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